«Lobos Sucios» se puede ver ya en O Barco

Jueves 14, sábado 16, domingo 17 y lunes 18. Teatro Lauro Olmo

Inspirada libremente en hechos, historias y personajes reales “Lobos Sucios” es una historia de supervivencia, espionaje y amor situada en un entorno mágico.

Galicia, 1944. En la esquina más alejada de Europa los nazis explotan una mina de wolframio, un mineral imprescindible para sus fábricas de armamento. El gobierno español, un país “neutral”, permite a los nazis explotar la mina de Casaio, una aldea aislada en Ourense. En estas minas se dejan la vida trabajadores libres y presos políticos que conmutan su pena.

Manuela (Marian Álvarez) es una minera desconfiada y misteriosa, considerada una meiga en la aldea por su especial relación con la naturaleza. El Teixadal, un bosque de tejos único y rodeado de leyendas, es su refugio.

Su vida cambiará por la llegada de unos espías aliados a la zona, con la misión de ejecutar un sabotaje de un gran cargamento de wolframio. Necesitan su ayuda para coordinar el plan con presos políticos de dentro de la mina. A cambio, prometen curar a su hija enferma y ofrecen apoyo a su hermana pequeña Candela (Manuela Vellés) que trafica con wólfram de contrabando y ayuda a judíos a escapar por la frontera con Portugal. En ese momento las dos hermanas no eran conscientes de que iban a ser protagonistas de una batalla crucial de la Segunda Guerra Mundial.

Hechos historicos

Una historia que merecía ser contada

“Lobos Sucios” está inspirada libremente en historias, hechos y personas reales.

“Lobos Sucios” transporta al espectador a una de las épocas más apasionantes de la historia, la Segunda Guerra Mundial. Una guerra en la que creíamos que no habíamos participado…pero si lo hicimos.

Oficialmente nuestro país permaneció neutral durante el conflicto bélico, sin embargo, con el visto bueno de Franco, en los recónditos montes del interior de Galicia, se desarrollaba una de las batallas estratégicas más importantes de la contienda: la extracción de Wolfram para utilizar en el armamento nazi.

El origen de esta película es el documental “Lobos Sucios” de Felipe Rodríguez Lameiro. Manuela, la protagonista de “Lobos sucios” se inspira en la entrevistada más fascinante y potente del documental, una de la últimas mujeres que trabajó en estas minas.

A través del personaje de su hermana, Candela, contamos la historia de todos aquellos que iban al monte a apañar el wólfram que podían para venderlo después en el mercado negro a los espías aliados.

Candela está inspirada libremente también en la heroica y silenciada historia de la también gallega, Lola Touza, la Schlinder gallega. Una cantinera que salvó a más de medio millar de judíos del exterminio nazi. El quiosco de esta mujer en la estación de tren de Ribadavia se convirtió, en colaboración con sus dos hermanas, en el cuartel general de la red de fuga de judíos, a los que ayudaban a cruzar la frontera de Portugal. Desde septiembre del 2008 un árbol plantado en su honor en una colina de Jerusalén recuerda su gesta.

Una historia silenciada durante más de 60 años.

El personaje de Miguel Peña se inspira en el protagonista del documental, y representa a todos aquellos presos que redimían sus penas con trabajos forzados en algunas de estas minas. Franz, el ingeniero nazi de las minas, se inspira en George Bürg, el propio encargado nazi de estas minas.

Y el joven Edgar, es en realidad Edgar D’hoore, hijo del primer dueño de estas minas, el belga Edgar D’hoore, asesinado por los servicios secretos alemanes por negarse en la Primera Guerra Mundial a enviar el wólfram a sus fábricas de armamento. Todos ellos fueron protagonistas de unos hechos históricos increíblemente muy poco conocidos